Salò o los 120 días de Sodoma.
No resistí la tentación de ver Saló y me arrepiento de ver tanta humanidad, pero al mismo tiempo me ha hecho reflexionar.
Todas las atrocidades que muestra el guión son parte de la naturaleza humana, parafilias más, parafilias menos; sin embargo, ¿no es el urbanismo un caso similar a Saló?
Le doy y le doy vueltas, y creo que sí, nos encontramos viviendo en una de las ciudades más caóticas del mundo y nos empeñamos a que esto siga funcionando de igual o peor manera; se contratan especialistas para dar una "posible solución" a los problemas que este modo de vida genera, y se logran, aunque provocan problemas más severos posteriormente; es decir, la estupidez humana sigue con el hocico sumido entre sus propias heces y se empeña que algún día el sabor de estas se convierta en un suculento manjar.
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