Película mexicana, 1981
La trama se centra en la vida de un campesino de Ixtlahuacan, Tlaxcala, que por necesidad económica migra a la ciudad de México. El filme registra las venturas y desventuras de Tránsito, quien aprende una nueva forma de hablar, así como una gran diversidad de oficios, tanto dignos, como de dudosa fiabilidad, aprendidos en la calle, tanto como en el reclusorio.
La libertad de Tránsito, va acompañada del sermón del juez en turno, quien describe los padecimientos de las personas que emigran a la ciudad.
En el colmo de las contradicciones que tiene que experimentar Tránsito, se halla a sí mismo en una pulquería pidiéndole consejo a un par de "espaldas mojadas" que intentan timarlo; afortunadamente, un parroquiano del expendio de pulques ahuyenta a los parias y le abre los ojos, quien entre llantos, regaños y súplicas le pide que regrese a su tierra: "allá eres alguien, aquí eres nadie; por más jodido que estés en tu tierra, nunca estarás como aquí".
La escena final muestra a Tránsito mentándole la madre a la ciudad de México.
"Ya no vengan para acá" de Gilberto Bustillos y su sonora Janeiro ameniza y sintetiza este melodrama.
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