De tal forma que mis pasatiempos son tanto mundanos como culturales. En muchas ocasiones me siento a idiotizarme frente a la caja maléfica que se encuentra en cualquier hogar mexicano que sea digno de llamarse así. Disfruto de las series televisivas extranjeras y nacionales, de alguna forma, siento que me permiten entender un poco lo que sucede en mi entorno, además de que este placer culposo alimenta mi morbo depositado capítulo a capítulo.
En la misma tesitura del morbo, me sitúo detrás de una lente y me encapricho en capturar instantes; momentos que en ocasiones aprisionan risas, indiferencia, o simplemente, supuestos valores estéticos, o la admiración por la naturaleza. Esto me ha llevado a querer publicar un libro con fotografías de mi autoría en un futuro, el cual espero no sea muy lejano.
La lectura. Leer alimenta el intelecto, y muchas veces, sólo por ejercer la heurística, puede leer desde el apasionante y más reciente bestseller
Las letras se aglutinan en mi mente después de tanta lectura y en ocasiones se plasman en relatos cortos, intentonas de ensayos, y más recientemente, cuentos cortos. El amor también inspira y de pronto aparecen algunos versos dedicados al ser amado.
Los pasatiempos son muchos y muy variados, en ocasiones productivos, en otras mera pérdida de tiempo. Al final de cuentas son la forma en cómo paso el tiempo.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario